Nuestra sociedad más o menos rica y harta parece que no le basta comida variada y sana con productos de proximidad o conocidos, sino que busca novedades más saludables, pero no siempre con fundamento.
Ahora son moda los llamados superalimentos (o superfoods, que parece más «internacional» y «científico»): algas, kale, cúrcuma, kombucha, chía, goji, granada, cacao, frutos rojos, quinoa, bonita … Se trata de productos correctos, algunos cercanos y otros exóticos, muchos con propiedades interesantes, pero que no siempre tienen todas las virtudes que se les atribuyen, o éstas se exageran.
Lo que no es cierto es que sean necesarios para una alimentación saludable, que es alcanzable a base de alimentos corrientes, a condición de que los ingerimos en las proporciones adecuadas. LA PROMOCIÓN de los superalimentos sigue muchos de los tópicos que hoy son moda entre las personas «ilustradas» que quieren alcanzar la perfección dietética. Por supuesto han ser orgánicos o ecológicos. estos alimentos están muy bien, pero, en general, no son más nutritivos que los convencionales, y si bien tienen menos riesgo de contaminación La química, lo tienen más alto de contaminación biológica.
También se nos dice que no deben ser procesados. Como los alimentos verdaderamente frescos no hay nada, pero no siempre es posible disponer, y la industria nos proporciona en buenas condiciones desde el punto de vista nutritivo. Calificar los alimentos procesados como «alimentos antinutrientes» es demagógico y científicamente falso. Los defensores de los superfoods también rechazan los productos de origen animal. es una opción muy lícita, pero las dietas veganas o vegetarianas estrictas tienen el riesgo de carencias (Sobre todo en vitamina B12), que se compensarán con suplementos. evitan el gluten, olvidando que la intolerancia al gluten es una patología minoritaria, y que una persona sana que hace una dieta propia de celíacos corre el riesgo de alimentarse desequilibradamente, y prescinden de la leche, cosa nada razonable si no se es intolerante a la lactosa.
Además, no tiene fundamento que atribuyan muchos de estos alimentos el carácter detox (o desintoxicante), concepto científicamente más que dudoso. NADA NUEVO. Que conviene que la base de la alimentación sea predominantemente vegetal ya es sabido, así como que es bueno consumir alimentos con alta densidad de nutrientes, es decir, con pocas calorías y muchas vitaminas y minerales, proteínas suficientes, no muchos grasas y pocos azúcares. Y por eso no siempre hay que ir muy lejos, como reconocen los defensores de los superalimentos. Un buen broma quilo puede aportar los mismos beneficios que el kale, una especie de col que se promueve como a superalimento.
De hecho, el concepto de superalimentos es la continuación, sofisticación y banalización del de alimentos funcionales, que además de aportar nutrientes tienen algún efecto saludable que va más allá de la nutrición estricta. Como ha dicho Daniel de Luis, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Clínico Universitario de Valladolid, hartarse de superalimentos sirve de bien poco si no hacemos una dieta equilibrada y variada