El ladrido es la forma de comunicación de los perros, pero cuando es excesivo o constante puede ser muy molesto tanto para ti como para tus vecinos. Hoy queremos enseñarte a evitar que tu perro ladre sin recurrir a castigos innecesarios ni métodos agresivos.
Entender el comportamiento de los perros es fundamental para saber qué le pasa, por qué está ladrando y cómo resolverlo.
Razones más comunes por las que los perros ladran en exceso
Insistimos en la importancia de identificar por qué el perro ladra. Ten en cuenta que no sirve el mismo consejo si ladra por aburrimiento que por ansiedad.
- Aburrimiento o actividad física insuficiente: los perros que acumulan demasiada energía buscan una vía de escape.
- Ansiedad por separación o soledad: es muy común que tu perro ladre cuando se queda solo o cuando anticipa que te vas a ir sin él.
- Demanda de atención: muchos perros aprenden que si ladran consiguen lo que quieren.
- Alerta o conducta territorial: los perros reaccionan ante ruidos, personas, otros perros, patinetes, coches…
- Miedo: los ruidos fuertes, los entornos desconocidos o las visitas pueden desencadenar esta respuesta de estrés.
- Problemas de salud: cuando sienten dolor, están enfermos o pierden alguno de sus sentidos pueden alterar su comportamiento y ladrar en exceso.
7 tips para evitar que tu perro ladre constantemente
1.- Asegúrate de que hace ejercicio suficiente cada día
- Es importante que el perro salga a pasear dos veces al día como mínimo. Es importante combinar la activación física con el olfato, que también les cansa.
- Juega con él a traer la pelota, buscar objetos o incorporar breves entrenamientos de obediencia.
- Cuando no puedas jugar, crea retos mentales como esconder premios por la casa o proporcionarle juguetes interactivos como el Kong.
2.- Establece una rutina clara y predecible
- Al igual que muchas personas, los perros necesitan saber lo que va a pasar para sentirse seguros.
- La falta de rutina les crea inseguridad y ansiedad y, por lo tanto, el ladrido excesivo.
- Es importante establecer horarios fijos para las comidas y los paseos.
- No le dejes solo muchas horas sin haberle preparado previamente.
- Crea un rincón tranquilo donde pueda descansar y relajarse.
3.- Enséñale una orden de silencio
- Deja que ladre una o dos veces y di “silencio” o “ya está” en un tono calmado pero firme.
- Cuando se calle, prémiale de inmediato con una caricia o una golosina.
- Repite este entrenamiento a diario hasta que anticipe el comportamiento.
4.- Utiliza técnicas de desensibilización, haz que se acostumbre
- Si el perro ladra ante estímulos concretos, exponlo a ese estímulo de manera gradual, a una intensidad que no desencadene el ladrido.
- Asocia el estímulo a un premio o una caricia.
- Si se trata de un estímulo auditivo de la calle como una sirena, puedes hacer el entrenamiento con una grabación.
5.- No refuerces involuntariamente el ladrido
- Cuando identifiques que es un ladrido para llamar la atención, di “basta” o ignóralo si esto no funciona.
- Espera a que se calme y entonces puedes darle lo que está pidiendo.
- Refuerza el silencio con palabras suaves y premios, pero solo si está tranquilo.
- No hagas un refuerzo contradictorio y asegúrate de que el resto de miembros de la familia siguen este comportamiento.
6.- Suaviza la ansiedad por separación
- Acostúmbralo poco a poco con ausencias breves que vayan aumentando progresivamente.
- Cuando te vayas o vuelvas no hagas despedidas ni bienvenidas exageradas.
- Déjale juguetes con comida para que se entretenga solo.
- También puedes utilizar música suave o difusores de feromonas, pero en este caso te recomendamos consultar con tu veterinario.
- Si el caso es grave, busca la ayuda de un entrenador canino.
7.- Asegúrate de que no está malito
- Consulta a tu veterinario para descartar: dolor, sordera o ceguera, deterioro cognitivo, cambios hormonales.
Paciencia y consistencia, las claves del adiestramiento
Evitar que tu perro ladre constantemente es una cuestión de aprendizaje, tienes que enseñarle cuándo y cómo hacerlo. Unas rutinas claras, suficiente ejercicio y un entrenamiento positivo pueden reducir el ladrido excesivo a largo plazo. No obstante, estos consejos son generales y cada perro es un mundo, por lo que te recomendamos consultar siempre con un profesional.