El parvovirus es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta principalmente a los perros, especialmente a los cachorros.
Cualquier perro, independientemente de su raza, puede padecer esta afección, por lo que el artículo de hoy es clave si tienes uno como mascota.
¿Qué es el parvovirus?
Es una enfermedad causada por el virus de la parvovirosis canina (CPV en inglés) que ataca al sistema digestivo. En casos graves puede afectar también al sistema cardiovascular.
Se trata de un virus muy resistente que puede sobrevivir por meses, facilitando así su transmisión.
Aunque es más común en perros, también puede afectar a otros animales:
- Perros: afecta a cachorros menores de seis meses no vacunados.
- Gatos: la panleucopenia felina es diferente al virus canino, pero igual de peligrosa para gatos no vacunados.
- Otros animales: algunas cepas pueden afectar a animales silvestres como zorros, mapaches y coyotes.
¿Puede afectar a las personas?
No, el parvovirus no afecta a los humanos. Existen otras variantes, como la B19, sí que pueden causar enfermedades en humanos, pero que son totalmente diferentes y no guardan relación con los animales.
¿Cómo identifico que mi perro padece este virus?
Lo recomendable es diagnosticar el virus mediante pruebas veterinarias, pero si tu perro presenta alguno de los siguientes síntomas, debes acudir a consulta:
- Pérdida de apetito
- Vómitos persistentes
- Diarrea severa, habitualmente con sangre
- Deshidratación
- Letargo y debilidad
En los cachorros, estos síntomas, especialmente la deshidratación, pueden provocarle daños cardíacos que causen su muerte.
Las pruebas habituales para diagnosticarlo incluyen un examen físico y pruebas de antígenos en heces. Si es necesario también pueden necesitarse análisis de sangre, pues en ellos veremos la cantidad de glóbulos blancos disponibles, niveles que se presentan bajos en casos de parvovirus.
Tratamiento del parvovirus
Por desgracia, no existe un antiviral específico, por lo que el tratamiento se centra totalmente en la asistencia médica:
- Control de vómitos y diarrea: se recurre a medicamentos específicos que reducen los síntomas.
- Hidratación: para reponer líquidos, electrolitos y minerales perdidos a causa del punto anterior.
- Antibióticos: no tratan el virus, sino las posibles infecciones bacterianas que puedan aparecer a causa de un sistema inmunológico debilitado.
- Cuidados intensivos: si el caso es grave, el animal requerirá hospitalización.
Prevención y gravedad del parvovirus
Cuando un perro todavía es cachorro, puede ser propenso a enfermar. La prevención es clave para protegerlo de este virus:
- Higiene: es imprescindible limpiar, con soluciones específicas, las zonas en las que ha estado un perro infectado.
- Contacto: los cachorros no vacunados no pueden entrar en contacto con otros animales o lugares de riesgo.
- Vacunas: las vacunas contra este virus son muy efectivas y conviene ponerlas en cachorros desde las 6-8 semanas. Se aplicarán refuerzos según el plan veterinario.
Pero, ¿por qué es tan peligroso para los cachorros?
Cuando son pequeños, los perros todavía no tienen un sistema inmunológico maduro, lo que los hace especialmente vulnerables.
El parvovirus puede causar daño severo en el revestimiento intestinal, lo que provoca deshidratación, infecciones secundarias e incluso una crisis médica en cuestión de horas. Por eso es tan importante acudir al veterinario al más mínimo síntoma de vómitos o diarrea persistente en cachorros.
Debido a que el virus es tan resistente en el ambiente, el lugar donde ha estado un perro infectado puede seguir siendo una amenaza durante mucho tiempo. Limpiar con desinfectantes específicos es crucial para evitar el contagio.
También es imprescindible que los dueños sean responsables, evitando que sus perros enfermos entren en contacto con otros animales y siguiendo, de manera estricta, el calendario de vacunación.
Prevenir el parvovirus es una responsabilidad de todos, protegiendo a nuestras mascotas y a la comunidad animal en general.