Estamos acostumbrados a sacar a pasear a los perros, pero también tiene muchos beneficios pasear a un gato, aunque sean animales que no están naturalmente acostumbrados a caminar con correa.
Es cierto que el comportamiento suele ser más imprevisible. Sin embargo, con la preparación adecuada, paciencia y respeto por su personalidad, los paseos pueden convertirse en una actividad enriquecedora que mejora su bienestar físico y mental.
Beneficios de pasear a un gato
Muchas personas piensan que los gatos deben permanecer siempre dentro de casa, pero salir al exterior ofrece numerosos beneficios:
- Estimulación mental: el entorno exterior proporciona olores, sonidos y texturas nuevas que mantienen activo el cerebro del gato.
- Ejercicio físico: incluso los paseos cortos ayudan a mantener el peso ideal y fortalecen músculos y articulaciones.
- Reducción del estrés y la ansiedad: explorar un entorno seguro puede disminuir conductas problemáticas derivadas del aburrimiento, como arañar muebles o maullar excesivamente.
- Socialización controlada: la exposición gradual a otros animales y personas mejora la confianza del gato y su adaptación a distintos entornos.
Preparación antes del primer paseo
Antes de colocarle el arnés o la correa a un gato, es muy importante acostumbrarlo en el entorno doméstico:
- Elige el arnés adecuado: debe ser ligero, cómodo y que se ajuste al cuerpo del gato sin apretar. Existen arneses tipo chaleco que ofrecen mayor seguridad.
- Entrena en casa: deja que el gato se acostumbre al arnés dentro de casa durante varios días, dejándolo puesto unos minutos al principio y aumentando progresivamente el tiempo.
- Usa la correa: conecta la correa dentro de casa, sin forzar movimientos, y deja que explore con libertad. Evita tirones, el gato debe asociar la correa con seguridad y no con restricción.
- Premios y refuerzos positivos: recompensar al gato con comida o caricias ayuda a asociar el paseo con experiencias agradables.
La paciencia es clave: algunos gatos necesitan varias semanas de entrenamiento antes de estar listos para un paseo al aire libre.
Cómo elegir la ruta y el entorno
No todos los entornos son adecuados para pasear a un gato. Cuando pensemos en la ruta, debemos tener presente que estamos hablando de un animal radicalmente distinto al perro.
- Lugares tranquilos: evita calles con mucho tráfico, ruidos fuertes o perros sueltos. Los parques poco concurridos o los jardines privados son ideales.
- Superficies variadas: césped, tierra y caminos suaves permiten que el gato explore diferentes texturas y olores.
- Zonas seguras: asegúrate de que no haya plantas tóxicas, insectos peligrosos o charcos con productos químicos.
- Evita riesgos: mantén siempre la correa bajo control, y no permitas que el gato se escape ni interactúe con animales desconocidos sin supervisión.
Consejos para un paseo exitoso
Los beneficios de pasear a un gato son numerosos, pero es importante hacerlo correctamente. Respetar el ritmo y la personalidad del gato es fundamental.
- Deja que explore: no fuerces movimientos ni intentes que camine a tu lado como un perro. Algunos gatos prefieren olfatear o sentarse en un punto fijo durante minutos.
- Evita que haya tensión en la correa: un gato estresado puede luchar o intentar escapar. Mantén la correa floja y acompáñalo sin presionarlo.
- Haz sesiones cortas: los primeros paseos pueden durar 5–10 minutos, aumentando progresivamente hasta 20–30 minutos.
- Presta atención a las señales: orejas hacia atrás, cola erguida rígida o maullidos agudos indican incomodidad o estrés. Detente y vuelve a un entorno seguro si aparecen estos signos.
¿Y si el gato no tolera salir? ¿No puede disfrutar de todos estos beneficios?
No todos los gatos aceptan el arnés ni el paseo al aire libre. En estos casos puedes enriquecer su vida dentro de casa:
- Terrazas o balcones seguros: con malla protectora y supervisión, les permiten disfrutar del aire libre sin riesgos.
- Juegos interactivos: los juguetes con plumas, los punteros láser o los dispensadores de comida estimulan su actividad física y mental.
- Rutas de exploración: cajas, túneles y muebles dispuestos estratégicamente recrean espacios de exploración.
La idea es ofrecer estimulación y ejercicio constante, aunque sea dentro de casa.
Los beneficios de pasear a un gato son amplios, pero acostumbrarle requiere paciencia, observación y respeto por su carácter. No todos los gatos disfrutan del exterior, y forzarlos puede generar estrés y desconfianza. Sin embargo, aquellos que se adaptan pueden beneficiarse de un entorno estimulante, ejercicio físico y oportunidades de exploración que enriquecen su vida diaria.
